Historia
El documento más antiguo que conservamos son las Reglas de 1 de Agosto de 1696, las cuales fueron aprobadas por el Provisor del Arzobispo D. Jaime de Palafox y Cardona, si bien por documentos indirectos, podemos pensar que la Hermandad ya existía en la primera mitad del siglo XVII ya que en un grabado de Francisco Gordillo de 1773, del que poseemos la plancha original, se puede leer “verdadero retrato de Nuestra Señora de los Dolores, sita en su Capilla de V.O.T de Siervos de María, junto a San Marcos de Sevilla, cuyo altar es de ánimas perpetuo y diario. El Excmo. Sr. Cardenal Borja y otros Sres. Arzobispos concedieron 200 días de indulgencia rezando una salve”. Si tenemos en cuenta que el Cardenal Borja y Velasco ocupó la Sede sevillana desde 1632 a 1645 es de inferir que ya existía por aquellos años.
La Hermandad se funda en la parroquia de San Marcos en torno a la devoción de una pequeña imagen de pequeñas dimensiones que representa a la Piedad, y que es de escuela alemana de aproximadamente la segunda mitad del siglo XVI. Pronto adquiere terrenos aledaños a la actual plaza Santa Isabel y en el primer cuarto del siglo XVIII construye la actual Capilla y Casa de Hermandad.
El 21 de Julio de 1720 será una fecha importante para la Hermandad, ya que a iniciativa del Padre D. Juan de Lara Villafranca, recibe autorización fechada en Roma por el Prior de la Orden de los Siervos de María, Fray Sosteneo María Cavalli para establecer en su Capilla una Venerable Orden Tercera de Servitas lo que hará que la Hermandad entre en un periodo de mucho incremento y devoción llegando a contar con mas de un millar de miembros, lo que era una cifra bastante elevada para dicha época.
En 1730 y ante la necesidad de tener imágenes de mayor tamaño, encarga al imaginero José Montes de Oca las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Providencia.
También en el siglo XVIII se ejecuta el retablo mayor de la capilla y se decora pictóricamente con una colección de cuadros sobre la vida de María y la pasión de Jesús, celebrándose gran cantidad de cultos en torno a las fechas principales de la Virgen de los Dolores y la Orden Servita.
En 1772, se someten sus Reglas al Real Consejo de Castilla, obteniendo su aprobación, siendo una de las primeras corporaciones en obtenerlo. En esta época la Hermandad cuenta como hermanos con una gran cantidad de Títulos nobles de la Ciudad entre los que destacan la casa Ducal de Medinaceli, los Marqueses de Valencina y la Condesa de Lebrija.
El siglo XIX fue algo complicado para la Hermandad tras la invasión francesa ya que perdió parte de su patrimonio, sin embargo se siguieron celebrando cultos y la procesión en el mes de Septiembre, estando documentado que las imágenes procesionaron en esta etapa hasta el año 1926.
Después llegarían los días tristes de la guerra civil que hará que la Hermandad quede con una vida latente contando con muy pocos hermanos. Así subsistirá a duras penas y sufriendo el expolio de parte de su patrimonio e incluso el intento de enajenación de las Imágenes Titulares, las cuales permanecieron en la Capilla gracias al desvelo del Capiller, nuestro hermano D. Manuel Crespo.
Hacía la mitad del siglo XX ingresan en la Hermandad un grupo de jóvenes que la revitalizan y se proponen convertirla en Hermandad de Penitencia. Las imágenes procesionaban en la dominica de Pasión.
El 26 de Noviembre de 1967 se bendice en el Convento de Santa Isabel, la Imagen de María Santísima de la Soledad, obra del taller de Castillo Lastrucci y que fue remodelada profundamente por nuestro hermano Antonio Joaquín Dubé de Luque y donada por los hermanos Esteban y Juan de Dios Pechero Guinea.
El 30 de diciembre de 1971 es una fecha muy importante para la Hermandad porque el Cardenal José María Bueno Monreal decreta la conversión de la Corporación Servita en Cofradía de Penitencia, siendo el 1 de abril de 1972 la primera Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral
En 1981 procesiona por primera vez bajo palio maría Santísima de la Soledad.
Es de destacar que en toda su historia la hermandad nunca se movió de su Sede Canónica, la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores.
